¿Por qué es importante medir las arterias uterinas durante el embarazo?
- Claudia Rodriguez
- 8 ago
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Durante el embarazo, las ecografías especializadas de segundo nivel son momentos emocionantes: puedes ver a tu bebé, escuchar su corazón y seguir su crecimiento. Pero más allá de lo emocionante, estas ecografías también cumplen una función clave en el cuidado de tu salud y la de tu bebé. Uno de los aspectos que evaluamos los especialistas en medicina materno-fetal es el flujo de las arterias uterinas, un estudio que, aunque puede sonar técnico, tiene un gran valor para anticiparnos a posibles complicaciones.

¿Qué son las arterias uterinas?
Las arterias uterinas son dos vasos sanguíneos que llevan sangre desde tu cuerpo hacia el útero y la placenta, donde tu bebé recibe oxígeno y nutrientes. Todas las mujeres tienen dos arterias uterinas: una a la derecha y otra a la izquierda, que corren a los costados del útero.
Durante el embarazo, estas arterias deben transformarse para permitir que fluya un volumen de sangre mucho mayor de lo que hace en condiciones normales. Si este proceso no ocurre adecuadamente y las arterias siguen siendo “resistentes” al flujo, pueden surgir complicaciones importantes, como:
• Preeclampsia (presión alta durante el embarazo)
• Restricción del crecimiento intrauterino (RCIU)
• Parto prematuro
¿Cómo y cuándo se mide el flujo de estas arterias?
La medición de las arterias uterinas se realiza mediante una ecografía Doppler, que permite observar el flujo sanguíneo en tiempo real. Esta evaluación se incluye de forma sistemática en dos momentos clave del embarazo:
🔹 Primer trimestre (entre las semanas 11 y 14):
En esta etapa, junto con la ecografía genética (donde se mide el pliegue nucal, se verifica la presencia del hueso nasal y se evalúan otros marcadores), realizamos una primera medición del flujo en las arterias uterinas.
Si detectamos un mayor riesgo de preeclampsia, puede recomendarse el uso de aspirina en dosis bajas, un tratamiento que ha demostrado reducir el riesgo de complicaciones como la preeclampsia y el RCIU, siempre que se inicie de forma temprana.
🔹 Segundo trimestre (entre las semanas 20 y 24):
Aquí realizamos la llamada ecografía morfológica, donde damos seguimiento a los cambios que han sufrido las arterias uterinas. A estas alturas, ya deberían haber completado su transformación. Esta segunda medición es especialmente importante porque tiene el mayor valor predictivo para detectar enfermedades placentarias como la preeclampsia o el RCIU.
¿Duele o implica algún riesgo?
No. Esta medición es completamente segura e indolora tanto para ti como para tu bebé. Se realiza con el mismo ecógrafo que se utiliza para observar al bebé y no produce molestias.
¿Por qué es tan importante?
Nos permite prevenir problemas antes de que aparezcan. Detectar de forma temprana un posible riesgo nos ayuda a tomar medidas preventivas, hacer un seguimiento más cercano y tomar decisiones médicas que mejoren los resultados del embarazo.
En muchos casos, solo con una vigilancia más estricta o el uso oportuno de aspirina en bajas dosis, se pueden evitar complicaciones graves.
Un mensaje final para ti
Aunque este tema puede parecer muy complejo es parte de cómo protegemos lo más valioso: tu bienestar y el de tu bebé. No dudes en preguntar a tu obstetra cuándo corresponde hacer esta medición, o agenda tu ecografía del primer y segundo trimestre en Vinatal para asegurarte de que todo marcha bien.
Recuerda: Una mamá bien informada es una mamá más tranquila y empoderada.