Ejercicio seguro en el embarazo: Mitos y realidades que debes conocer
- Claudia Rodriguez
- 11 sept
- 2 Min. de lectura
Durante años, muchas mujeres han escuchado frases como “si estás embarazada, no te muevas demasiado” o “el ejercicio puede dañar al bebé”; sin embargo, la ciencia y la práctica clínica nos muestran que el ejercicio seguro en el embarazo no solo es posible, sino altamente recomendable.
En esta entrada de blog, desmentiremos algunos mitos sobre el ejercicio en el embarazo y te contaré las realidades de la actividad física segura para embarazadas.

Mito 1: “Hacer ejercicio en el embarazo es peligroso para el bebé”
Realidad: El ejercicio moderado y supervisado es seguro y aporta múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé. Estudios demuestran que la actividad física en el embarazo puede mejorar la circulación, prevenir la diabetes gestacional, reducir dolores musculares y preparar mejor el cuerpo para el parto.
Mito 2: “Debes dejar de hacer ejercicio en cuanto sepas que estás embarazada”
Realidad: Si ya practicabas ejercicio antes de embarazarte, puedes continuar haciéndolo con ajustes adecuados. Lo importante es optar por un ejercicio seguro en el embarazo, evitando deportes de contacto, impactos fuertes o actividades con riesgo de caídas. Actividades como caminar, nadar, yoga prenatal o pilates son ideales.
Mito 3: “Solo debes hacer yoga o estiramientos”
Realidad: Aunque el yoga prenatal es una gran opción, no es la única. Existen muchas formas de actividad física segura en el embarazo, como el entrenamiento de fuerza ligera, ejercicios aeróbicos de bajo impacto y rutinas guiadas por especialistas en fisioterapia o medicina materno-fetal.
Mito 4: “El ejercicio causa parto prematuro”
Realidad: No existe evidencia científica que demuestre que el ejercicio moderado cause parto prematuro. Al contrario, los beneficios del ejercicio en el embarazo incluyen un mejor control del peso, menos riesgo de hipertensión y una recuperación posparto más rápida.
Mito 5: “Si no hacías ejercicio antes, no puedes comenzar ahora”
Realidad: Siempre es buen momento para iniciar. Incluso si no estabas activa antes del embarazo, puedes comenzar con caminatas suaves, estiramientos o rutinas prenatales. La clave está en empezar poco a poco y contar con la guía de tu médico.
Si estás embarazada y ya realizas ejercicio en tu embarazo; o por el contrario, deseas empezar a hacerlo ahora que estás embarazada, me gustaría compartirte algunos consejos que es importante considerar, cualquiera que sea tu caso:
Consulta siempre a tu médico antes de iniciar cualquier rutina.
Escucha a tu cuerpo: si sientes mareo, dolor o falta de aire, detente.
Mantente hidratada y evita el sobrecalentamiento.
Prefiere ejercicios de bajo impacto y movimientos controlados.
Usa ropa cómoda y calzado adecuado.
El ejercicio seguro en el embarazo no solo es posible, sino recomendable. Derribar estos mitos te permitirá vivir tu embarazo de forma más plena, activa y saludable.


